Caracas, 6 de junio de 2014.- El 11 de septiembre de 1973 se consumó el objetivo de un poderoso grupo financiero: el derrocamiento del presidente chileno Salvador Allende. El grupo mediático El Mercurio orquestó una campaña que con precisión quirúrgica concluyó en un golpe de Estado.
Al intervenir en el foro Conjura Mediática contra Venezuela, el periodista francés Maurice Lemoine, advirtió que ese medio "preparó de una manera muy activa, a través de su línea editorial, el derrocamiento de Allende. Hoy en día El Mercurio todavía existe, pero hay muchos otros mercurios, se llama El Clarín y La Nación en Argentina, O Globo en Brasil, El Nacional y El Universal en Venezuela, El Comercio, El Universo en Ecuador, El Heraldo y La Prensa en Honduras, La Razón en Bolivia, El Tiempo y Semana en Colombia, The Wall Street Journal y The Miami Herald en EEUU, El País de España, Le Monde y Libération en Francia”.
El escritor definió que “en el Estado moderno, lo medios de comunicación se convirtieron en el principal instrumento para ahuyentar la opinión pública y llevar a hasta los objetivos que se desean, hasta el punto, que se convirtieron en armas de guerra”.

Lamoine señaló que "la acción psicológica es arma en tiempo de guerra, pero también en tiempos de paz. Eso se puede hacer con el vocabulario. (según los medios), hay que desatar la piedad, o la solidaridad, o la ira, o la desconfianza".“El flujo permanente de información es negativa, desacreditan cada día un poco más a los gobiernos progresistas más que todo los del Alba en las opiniones públicas internacionales sometidas a este bombardeo”.
Desde hace 15 años, cuando se habla de los gobiernos de Venezuela, de Bolivia, Ecuador, Nicaragua, de habla de populistas, populismo, durante años los lectores, televidentes de Europa escuchan entienden y registran “populista”. Ese término ha sido retomado por el discurso neoliberal para designar políticas considerada irresponsables, aventureras, inflacionarias, y que promueven concesiones sociales incompatibles con el mercado, con la democracia.
Táctica
Para los medios de derecha, “hay que hacer creer que algunos hechos son ciertos. Se organizan las operaciones psicológicas que tienen como objetivo desinformar, se hace a través de la propaganda blanca: dar informaciones actuales sin dar as perspectivas (…) y la propaganda gris, que mezcla la blanca con la mentira.
El comunicador social citó los casos de Bolivia (2008), Paraguay (2012) y Ecuador (2010), Haití (2004) Honduras (2009), y Venezuela (2002, 2003, 2014).
“Cuando surge una intentona o una desestabilización, como lo que pasa en Venezuela, estará fácil  justificar el derrocamiento de esos gobiernos o presidentes que 'molestan'. Es una ofensiva mediática tan poderosa que los pocos medios independientes acaban por sumarse por miedo de sorprender demasiado a sus lectores”, es la estrategia, precisó Lamoine. ZGM.