¿Debería permitírsele a Dick Cheney, ex-Vice-Presidente de los EEUU, un
hombre que ha hecho el mundo, objetivamente, más horroso, entrar a Canadá?
Hablará en Toronto dado que un compromiso anterior lo canceló por temor a las
demostraciones predecibles anti-tortura que lo recibirían. Heather Mallick
Columnista del Toronto Star. (30/10/2013) http://www.thestar.com/opinion/commentary/2013/10/29/the_malign_dick_cheney_is_visiting_toronto_mallick.html
(Traducción de J Venturelli)
El siniestro Dick Cheney está en Toronto esta semana,
después de haber controlado su miedo, al parecer, de Canadá y de las protestas
contra la tortura que le hicieron cancelar un discurso que pronunció en abril
pasado y que debería haber hecho en diciembre 2012. No sé cómo otro criminal de guerra ha
podido cruzar nuestras fronteras – me refiero a Kissinger, quien nos visita a
menudo - pero Cheney lo hace el día de Halloween al mediodía. Va a hablar en el
Foro Económico Internacional de las Américas, en las acondicionadas y eróticas
salas de vidrio del Centro de Convenciones de Metro Toronto. ¡Diablos! La sangre va a salir hasta de los lavatorios. Un escalofrío envolverá
la ciudad.
Hay gran preocupación. "Dios no lo permita que tenga una emergencia de
salud", dijo su representante, refiriéndose a la cancelación en abril, ya
que la última vez que Cheney estuvo en Canadá, tuvo que esconderse por algunas horas en Vancouver,
simplemente, porque hubo manifestantes contra la tortura.
¿Pensaría que iban a dispararle en la cara? Cheney, el mismo, le disparó a un
hombre de 78 años de edad en la cara en 2006 (la víctima se disculpó…
shot a 78-year-old man in the face publicada en Washington Post) aunque en
este país (Canadá), Cheney estaría en la cárcel por eso. Cheney no nos entiende.
Los manifestantes canadienses contra la tortura suelen ser encapuchados y se
arrodillan, porque saben muy bien que la violencia destruiría el punto de que
están haciendo. Ni siquiera tiran pasteles. Sin embargo, las máscaras de Cheney
en Halloween son diverstidas.
En 2007, Cheney hizo que los médicos modificaran un “desfibibrilador cardiáco” implantado cerca de su corazón porque tenía miedo que "terroristas " pudiesen darle un shock inalámbrica. ( Cheney had doctors alter the defibrillator También publicado por Washington Post) Eso era posible, Cheney insistió . Lo vio en un show de televisión Homeland una vez.
En 2007, Cheney hizo que los médicos modificaran un “desfibibrilador cardiáco” implantado cerca de su corazón porque tenía miedo que "terroristas " pudiesen darle un shock inalámbrica. ( Cheney had doctors alter the defibrillator También publicado por Washington Post) Eso era posible, Cheney insistió . Lo vio en un show de televisión Homeland una vez.
Cheney, de 71 años, ha tenido seis ataques cardíacos y un trasplante , y es co-autor de un libro sobre corazones. Me gustaría hacer la broma obvia sobre un hombre sin corazón que insiste en tener dos, pero nadie reiría .
Pasó el 11/9 encondido en un bunker ( He spent 9/11 cowering in a bunker) Para un hombre que hizo la tortura parte de la fama de los EE.UU. , que se le ocurrió el término cobarde de " técnicas de interrogatorio mejoradas ", que estableció un "lugar negro " en las prisiones secretas y que arrasó las libertades que los estadounidenses una vez quisier , Cheney tiene horror de él mismo ser herido personalmente.
Una tortura es así: ahogamiento mientras los hombres les fuerzan agua por la boca; volverse loco por imponerles privación del sueño, mediante ruido y luces, desnudándolos y golpeándolos hasta que vomiten. O sodomizándolos con botellas, alimentados con pan y agua, dándoles orina para beber, o el haber sido golpeados en la cara con una barra de hierro, aterrorizados por los perros, mantenidos en posiciones forzadas de sufrimiento persistentes, o ser pateados hasta que Usted, simplemente, muere. Estos eran interrogatorios oficiales, no aquellos improvisados, de presos desnudos amontonados por imbéciles simplones uniformados que habían tenido suerte de estar en un concierto en “el teatro” (siniestro) de Abu Ghraib.
Este fue el mundo de castigo que Cheney preparó, un mundo en que los nazis y japoneses construyeron pero que los aliados se negaron a aprobar. Él nunca ha peleado en una guerra (como George W. Bush, se las arregló para evitar ir a Vietnam) pero él sí las ha comenzado, las dirigió y las ha disfrutado mucho.
No es su culpa que el presidente Obama haya mantenido abierto Guantánamo y haya institucionalizado los bombardeos con los drones que Cheney comenzó . En 2009 Obama ya había " autorizado tantos ataques con drones en 10 meses, como Bush hizo en la totalidad de sus ocho años de gobierno”, escribió Jeremy Scahill, en su impresionante nuevo atlas de “crímenes a la Americana” autodestructivo, sin sentido, en sus guerras sucias (Se refiere al film Dirty Wars). Cheney no puede ser culpado por la familia paquistaní que testificó esta semana en Washington acerca de cómo su abuela fue asesinada por un avión sin tripulante, el que probable fue personalmente autorizado por parte de Obama en su lista de quienes deben ser muertos en los “Martes de Horror".
Pero Cheney comenzó esto. Los ciudadanos estadounidenses son asesinados por su propio gobierno sin cargos ni juicios . El planeta entero se ha convertido en un campo de batalla en el que los drones (zánganos ) vuelan libremente, matando a cualquiera que se encuentre abajo .
El mundo se ha vuelto, en form medible, más horribles gracias a Cheney, el mismo hombre que quería que Nelson Mandela seguiese en la cárcel. Es un hombre terrible, una baldosa de veneno congelado que ha traído miseria y dolor a todos los aspectos de los actos de gobernio en los EEUU a los que se le ha permitido tocar desde 1969.
¿Qué puede decir sobre la economía a su audiencia de negocios? "Háganse muy ricos para que la gente como yo no puedan hacerles daño", es lo que sería la esencia de su mensaje.
La
ciencia médica mantiene bombeando el corazón de un hombre muerto. Bate en un barco
de vela que navega en la corriente moral, y flota en la sangre de los demás.
Nota del traductor: Es interesante identificar que Heather Mallick, una excelente columnista del
Toronto Star, al escribir un artículo para el pueblo de Canadá, (¡en el día que el siniestro Cheney llega a hablar con hombres de negocios en Canadá!) no lo trata de "enfermo", sino de malvado, de criminal. Esto es importante porque a menudo se los trata de justificar o ellos mismos y sus asociados usan decir, para no juzgarlos que "están enfermos", como fue el caso de Pinochet y de muchos otros. A menudo se ven los quieren lucirse como grandes "científicos" apoyando la tesis de "estar enfermos". (Con Pinochet, fue obvio como se río de ellos y del mundo al llegar a Chile...!) Los torturadores,
como los que hemos visto en Chile, Argentina u otros lugares no son
enfermos mentales: son criminales de lesa humanidad. Muchísimos han sido entrenados en la Escuela de la América -SAO- la que desde el año 2012 tiene una sucursal en Chile y en otros países latinoamericanos) Por ello, todos
los que participen, promuevan e implementen y encubran los crímenes contra la humanidad deben ser juzgados.
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