MANIFIESTO DE LOS
PUEBLOS ORIGINARIOS QUE DEMANDAN UNA NUEVA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO POR
MEDIO DE UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE
12 de Julio de 2013 a
la(s) 14:06
Nuestra mirada y
postura ante una Nueva Constitución Política del Estado de Chile.
1.-Los miembros de los distintos Pueblos Naciones
Originarias, suscribimos el presente manifiesto a favor de una nueva
Constitución Política de la Republica de Chile, que sea reconocida realmente
como legítima, democrática, plurinacional e intercultural en las relaciones
entre quienes cohabitamos éste territorio.
2.-Manifestamos que,
no obstante de ser Pueblo-Naciones pre-existentes al Estado de Chile, nuestros
antepasados no tuvieron ninguna participación en su formación, pese a que el
Estado se erigió sobre nuestros territorios y se consolidó con nuestros
recursos naturales.
3.-Desde los albores
de la República de Chile y en todas las cartas constitucionales que han regido
históricamente los destinos de este país, nuestros Pueblos- Naciones Originarias
han sido invisibilizados, excluidos, marginados de las esferas del poder y de
la participación política, conculcados en nuestros derechos humanos
fundamentales y negados de la posibilidad de ejercer nuestros derechos
históricos de autodeterminación en tanto colectivos culturalmente
diferenciados, lo que junto al despojo territorial y de sus recursos naturales,
constituyen la deuda histórica reconocida por los diversos gobiernos en las
últimas décadas.
4.-Recordamos que
nuestros antepasados jamás renunciaron a algún derecho en tanto entidades
culturalmente diferenciadas y quienes somos sus continuadores y formamos parte
de los Pueblos – Naciones Indígenas tampoco hemos realizado acto alguno que
signifique una renuncia a ello. En consecuencia, nuestros derechos como
Pueblo-Nación, se mantienen intactos.
Reafirmando lo
anterior, hoy nuestros Pueblos-Naciones reivindican nuestros derechos
históricos y exhortan al Estado de Chile a implementar los derechos colectivos
reconocidos en el derecho internacional, y a remover los obstáculos para el
disfrute pleno de nuestros derechos y libertades fundamentales, en especial,
aquellos reconocidos en la Declaración de ONU 2007 sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas.
5.-Concordamos con el
Pueblo de Chile, que la actual Constitución Política del Estado tiene un origen
ilegítimo, nacido de una dictadura militar, en un contexto en que las
libertades públicas se encontraban seriamente limitadas por un estado de sitio
y que, sin embargo, ha seguido vigente por más de 30 años. No obstante de las
modificaciones realizadas en las últimas décadas para darle legitimidad y
carácter democrático, ello no ha sido posible, pues en su esencia radican las
desigualdades sociales y exclusiones que hoy la sociedad civil y los Pueblos
Naciones Originarias reclamamos.
6.-Durante la
vigencia de la actual Constitución Política del Estado se ha hecho evidente que
el carácter subsidiario del Estado y la ideología de un modelo neoliberal que
abraza y protege, violenta nuestra vida social, económica, política, cultural y
religiosa; pone en riesgo nuestros territorios y nuestra supervivencia como
Pueblos-Nación culturalmente diferenciados al negar nuestra existencia y
otorgar más derechos al capital que a los pueblos y personas humanas. Así, la
actual Constitución Política de la República, herencia de la dictadura militar,
no protege ni garantiza nuestros derechos humanos colectivos y conlleva a la
degradación del medio ambiente, de la naturaleza y de nuestra madre tierra.
7.-Compartimos con
los movimientos sociales, que desean la construcción de un país más justo e
incluyente, que el actual sistema político no está cumpliendo con su tarea
fundamental de resolver los distintos problemas y demandas de los pueblos y la
ciudadanía, y ello ha sido uno de los motivos de las distintas movilizaciones
de los Pueblos – Naciones Indígenas en las últimas décadas y del movimiento
social en los años posteriores. Ponemos de relieve y compartimos además la
preocupación por la grave crisis de representatividad y de confianza que hoy
existen en instituciones como el Congreso Nacional y el Ejecutivo.
8.-Los firmantes de
éste manifiesto tenemos la firme convicción que la soberanía radica en los
Pueblos, que de ella deriva el derecho a la autodeterminación y que en virtud
del ejercicio de este derecho los Pueblos y Naciones somos libres para
determinar nuestro propio desarrollo político, económico, social y cultural,
así como para elaborar y suscribir pactos políticos que dirijan nuestros
destinos comunes.
Constatamos que la
actual Constitución Política del Estado, no solo niega al pueblo chileno el
derecho a auto determinarse, en tanto le priva de mecanismos para ejercer ese
derecho, sino que además, es un obstáculo para el ejercicio a la
autodeterminación de los Pueblos Indígenas y de sus legítimos derechos
ancestrales sobre sus territorios y culturas.
9.-Los Pueblos –
Naciones Indígenas tenemos la certeza de que compartimos un destino común con
el Pueblo de Chile, y que a más de 200 años de la formación del Estado y de su
política mono-nacional, mono-cultural y mono-lingüe, es excluyente y atropella
los derechos de nuestros Pueblos- Naciones Indígenas. En los albores del siglo
XXI es posible rectificar y reparar las violaciones a nuestros derechos
mediante la participación en un pie de igualdad en la elaboración de un pacto
social, legítimo, democrático y plurinacional e intercultural, que reconozca y
garantice nuestros derechos colectivos, políticos, territoriales, lingüísticos,
económicos, sociales y culturales.
10.-Reafirmamos que
la legitimidad de una nueva Constitución Política de la República de Chile,
para que sea inclusiva y democrática, requiere de la representación y
participación activa de nuestros Pueblos Naciones Originarias y la
incorporación de nuestros derechos colectivos en el texto constitucional en los
términos y alcance expresados en el Derecho Internacional, de protección de los
derechos humanos de los Pueblos Indígenas.
En ese sentido
manifestamos firmemente que una fórmula constitucional que no considere nuestra
participación activa, por ejemplo, en una Asamblea Constituyente o en cualquier
otro proceso de reforma, será ilegítimo ante nosotros si no se incluyen las
representaciones de nuestros Pueblos y Naciones originarias en el debate
nacional y no se constitucionalizan nuestros derechos colectivos.
11.-Tenemos la
certeza que una nueva Constitución Política del Estado debe ser el fruto del
acuerdo de todos los integrantes de la comunidad nacional y garantía de respeto
de los derechos de todos. Que la inclusión de nuestros derechos como
Pueblos-Naciones Originarias en la carta fundamental afirma la democracia, el
respeto de los derechos humanos y la convivencia pacífica entre los pueblos. Un
Estado Democrático y moderno, propio del siglo XXI, debe ser el espacio donde
quepan todos los colores y todas las voces, sin exclusiones.
12.-Los miembros de
los Pueblos-Naciones Originarias firmantes, manifestamos que seremos
coadyuvante activo de toda iniciativa que tenga por objeto movilizar y buscar
acuerdos en torno a una nueva Constitución Política que rija los destinos de
este país, nacida de la voluntad de los pueblos, que exprese la voluntad
popular y en especial, por medio de una Asamblea Constituyente.
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