martedì 21 agosto 2012

"Chile limita al centro de la injusticia" nos decía Violeta Parra... y estamos peor aún ahora.



PAREJA DE HÉCTOR LLAITUL DENUNCIA LENTA REACCIÓN DE GENDARMERÍA FRENTE A DELICADO ESTADO DE SALUD

Paula Correa
J. Venturelli 21082012
Vocero, Comisión Ética Contra la Tortura de Chile (Secretariado Europeo) 
Vocero Internacional, Comisión de Derechos Humanos del Colegio Médico de Chile


Comentario a esta noticia de J Venturelli 21082012

Es curioso que el Ministerio de Salud, que tiene la responsabilidad final de la salud de los chilenos, muestre una colusión total en la situación de salud e los presos políticos.  Lo hizo con las huelgas de hambre de presos Mapuche, de los Casos Bombas y otras huelgas similares. Héctor Llaitul sufre el ensañamiento por parte del Estado. “Se preocuparon de él y de otros en el pasado… para huelgas de hambre cuando se les torturara realimentándolos al margen de toda ética médica y de sus propios derechos. Pero cuando ha habido enfermedades, el sistema sólo se mueve un poco si hay presión sostenida y denuncias.

En Chile, donde los derechos humanos y el debido proceso judicial no existe, los presos deben arriesgar sus vidas para que se les ponga un poco de atención. El Ministro Mañalich llegó incluso a decir, al inicio de una de las huelgas de hambre "que tenían de 50 a 60 días antes de tener que hacer algo". Una burla inaceptable.
Eso es inmoral de parte de un ministro de la salud y de un médico. Él sabe las condiciones inhumanas en las que viven los presos mapuche y no se han tomado medidas especiales para mejorarlas. Especialmente en Angol. Me tocó ver en detalle la falta de atención los presos mapuche antes, durante y después de las huelgas de hambre. Y no solo en Angol. También en Concepción, Temuco, Santiago.

Los familiares de los presos y varios organismos de Derechos Humanos y de profesionales de la salud han presentado quejas sobre esta situación... y caen en oídos de sordos. Se les niegan sus “beneficios carcelarios –los que toman todos los detenidos y, en exceso por los detenidos por crímenes de lesa humanidad como Manuel Contreras y otros.

El Código de Ética de la Asociación Mundial Médica (y del Colegio Médico de Chile) y las normas de Naciones Unidas indican con claridad los deberes -que no se cumplen ni respetan en Chile- de los gobiernos para con los presos que hayan hecho huelgas de hambre. Y, especialmente, de las poblaciones indígenas. El Chile oficial persiste en ser un paria dentro del contexto mundial.

¿Hasta cuando seguimos con sonrisitas sardónicas presidenciales y con la represión y las injusticias determinadas por la Cumbre de Seguridad Pública en la que invitara a los represores más connotados y luego, atropellan a toda forma de oposición (incluso con vejámenes sexuales a las estudiantes secundarias)? En los últimos años Chile ha gastado 18 mil millones de dólares en armamentos… sin justificación otra que la prepotencia militarista de un sistema bandido. 20 veces más que lo que se necesitaría para una educación de calidad y gratuita…

Se ha iniciado otra huelga de hambre por razones similares de atropello, de condenas inmorales en jóvenes Mapuche que fueron, igualmente, sujetos a tortura. (Daniel Levinao y Paulino Levipán, de 19 y 23 años, detenidos el 2 de Noviembre pasado, recién condenados en Angol) “Pero el ministro  -y su presidente- todavía tienen mucho tiempo”…

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